Muy queridas familias de Yucatán, les saludo con el afecto de siempre, ahora que estamos celebrando en nuestra Arquidiócesis la Semana de la Familia, recordemos que ésta institución creada y amada por Dios está en nuestras manos, y nos corresponde cuidarla, protegerla, y defenderla en estos tiempos tan difíciles contra ella.