Queridas familias, esposos, Jóvenes, Niños y abuelitos, sean todos bienvenidos a esta vigilia de Pentecostés, dejemos que el Espíritu Santo llene nuestros corazones con el fuego del amor de Dios, para ser verdaderos testigos y anunciar las maravillas que Dios ha hecho en nuestras vidas. Hoy reflexionaremos entre cada bloque de alabanzas, los siete dones del Espíritu y al final escucharemos unos testimonios que nos ilumine cómo podemos vivirlos en nuestras familias.